26 abr 2012

Circuito Camps: comienzan a relatar la triste historia de la familia De la Cuadra


En una nueva audiencia del juicio que acusa a 25 represores por delitos de lesa humanidad en centros clandestinos de La Plata, víctimas y familiares de víctimas describieron más ejemplos de los centros de exterminio instalados en la Ciudad. Estela de la Cuadra comenzó su testimonio de más de cuatro familiares desaparecidos.


(Fuente: Ramiro Laterza - Diariohoy.net)

   
Carlos Renato De Ángelis relató en la audiencia del martes, la desaparición de sus cuatro miembros de su familia: su primo hermano Rubén de Angelis, casado con María Adela Garín, que estaba embarazada de dos meses. Y su hermano, secuestrado en Mar del Plata, Oscar de Angelis, casado con Laura Delma Godoy, también embarazada.

"Éramos un grupo familiar muy unido en Mar Del Plata", relató; fueron juntos al colegio Mariano Moreno, y su primo Rubén se vino a La Plata a estudiar Medicina, "hizo una excelente carrera, se recibió con los mejores promedios, era cardiólogo... tiene una placa en el Hospital San Martin porque fue Jefe de Residentes". Al momento de su secuestro tenía 27 años.

Había participado en el Centro de Estudiantes de la Facultad, pero no pertenecía a ninguna organización política.

A María Adelia Garín la había conocido en la Facultad, ella se había recibido de Pediatra y trabajaba (como contó su hermana María Angélica Garín en la audiencia del 3 de Marzo) en el Hospital San Ramón de Quilmes.

Se habían casado el 19 de Enero de 1976, ahí fue la última vez que Rubén vio a su primo y a María Adelia.  Porque 24 días después, el 13 de enero de 1977 un grupo parapolicial secuestró a María Adelia de 29 años en su trabajo de Quilmes, y a la vuelta, secuestraron a Rubén en su casa.  La familia se enteró a través de una pariente que era farmacéutica en La Plata. Así su padre vino desde Mar del plata, presentó Habeas Corpus, recogió información, pero nunca pudo dar vuelta la historia: Rubén nunca apareció.

Estuvo secuestrado en el Regimiento 7 de Infantería de La Plata, y también en City Bell, en el Batallón de Comunicaciones 601, y esa es la última información recibida por distintos testigos.

Por otro lado, María Adelia estuvo detenida en la Comisaría Quinta, en el Garage Azopardo, Pozo de Quilmes, y finalmente encontraron sus restos en una fosa común del cementerio de Avellaneda, allí se comprobó qué había sido mamá, sin embargo el bebé fue apropiado,  y nunca se supo nada de él o ella.

Carlos Renato, en su testimonió concluyó contando la historia de su hermano Oscar y su cuñada Laura, que fueron detenidos en Mar del Plata el 28/11/77. Ellos, hacía un mes y medio que se habían casado, y estudiaban Derecho en la Universidad Católica y trabajaban. Ella estaba embarazada, tenía 20 años. Él, 21. Ambos están desaparecidos.

Ella le propuso a su hermano ser el padrino de su primer hijo, pero nunca más lo volvió a ver

La familia es de la ciudad de Tres Lomas. Su hermano Mario Coroná se fue de allí a los 12 años, a estudiar a una escuela Agraria  y en 1972 se había ido a La Plata, para cumplir su sueño de estudiar psicología. "Cuando vine lo vi marchar con la JUP, aunque luego me dijeron que había pasado a Montoneros". Para año nuevo se habían comunicado y Dolores le había propuesto ser el padrino de su primer hijo. Esa fue la última vez que hablaron.

Su hermano fue desaparecido en Enero del 77 cuando tenía 24 años; lo capturaron en la calle, "en cercanías de la plaza moreno", relató su hermana, y dijo que un testimonio que lo vio, estaba secuestrado en la BILP, "tenía una herida de arma de fuego en la espalda, y no lo atendían y la herida empeoraba".

"Nacimos de vuelta. Nací ahí"

Angélica Adelaida Campi en 1977 era Arquitecta y tenía un cargo oficial en la parte Técnica de la Corte Suprema de Justicia. Estaba de novia con un Guillermo Abel Almarza, e iban juntos por la calle el 8 de Febrero cuando fueron reducidos y metidos en un auto.

Serían 52 días de secuestros en el cual cambiarían su vida. Recibiría torturas sin saber porqué estaba ahí, y nunca más estaría con su novio.

Se dirigieron "en un trayecto no muy largo", tabicados y con las manos atadas, a lo que luego se enterarían que era Brigada de Investigaciones, Almarza venía en el baúl. Al llegar los ponen a ambos en una celda "donde había mucha gente", después de unos días los meten a ambos nuevamente en el auto, de la misma forma, y los llevan a "un lugar descampado, donde se escuchaba un tren", el que luego supieron era el Pozo de Arana. "Fue uno de los peores momentos de mi vida porque pensé que me iban a matar", relató Angélica y dijo que quienes la llevaban iban discutiendo de qué manera la iban a asesinar.

En ese momento fue cuando no vio nunca más a su novio. Llegó a una celda y "por debajo de la venda de los ojos vi que había mucha gente tirada en el piso muy lastimada, quejándose", describió; "realmente era un momento de mucha tensión". Me metieron con dos mujeres, una de ellas embarazada, "tenía los pies muy hinchados". "¿Conoció a algún otro detenido allí"?- le preguntaron desde el Tribunal: "Yo me la pasaba llorando todo el tiempo, así que era imposible hablar conmigo".

Después la llevaron a un determinado lugar, "me preguntaron formalmente qué hacía yo", allí la hicieron desnudar y la tiraron en "una especie de colchón de alambre", y le pasaron la picana... "bueno yo no tenía nada para decir así que me dejaron".

A los días vuelve a la Brigada. Estuvo todos los días con una tal Vilma Susana. Finalmente la liberaron el 27 de Marzo. Cuando llegó a su casa, los padres estaban destrozados, su mama en la cama y su papá, un funcionario de la Corte, había tramitado en múltiples lugares para la liberación de su hija. Se había reunido con Ramón Camps quien le dijo "cuando su hija salga, que me venga a ver", cosa que no sucedió. Además durante los siguientes tres meses, un oficial iba a "visitarme a casa, dábamos vueltas por la Ciudad hablando incoherencias", hasta que un día le dijo que se vaya a hacer el documento nuevo, y a partir de allí no volvió más.

Además relató que desde el Poder Judicial la obligaron a renunciar, y le recomendaron al padre que "no presente Habeas Corpus". La querella pidió al Tribunal que se oficie una búsqueda de quienes eran los jefes de aquel momento.

"Nacimos de vuelta, nací ahí", dijo como para hacer un corte en el testimonio que refleje el corte que sufrió en su vida durante aquel tormento.

Los restos de Guillermo Abel Almarsa, relató, fueron hallados a comienzós de los 90´por el Equipo de Antropología Forense en el Cementerio de La Plata. Ninguna de las partes tenía esta información, y es relevante porque ya han aparecido otros datos de secuestrados que finalmente fueron asesinados, y esto complementa la actuación que se puede realizar contra los represores por casos de homicidios.

"¿Estuvo usted secuestrado durante la última dictadura militar?"

Ante la pregunta, dijo: "Aclaro que esto ya lo declaré como cinco veces", comenzó el relato de Diego Barreda

"Fui secuestrado el 14 de Julio de 1978 llegando de mi trabajo a mi casa de Ringuelet en 509 entre 10 y 11". Era un grupo de civil entre 6 y 10 personas que lo tabicaron y lo tiraron en la caja de una camioneta donde había otro detenido. La patota no era de La plata, porque no sabían los números de las calles, pero de todas maneras "se las ingeniaron para llegar al Camino Centenario".

"Llegué a un lugar donde me tomaron la presión", relató Barreda como una anécdota. Era el Pozo de Quilmes.  "Al rato me llevaron a "la parrilla" donde me metieron picana y me desvanecí varias veces". Le pusieron a un "quebrado" al lado para que certifique todo lo que el torturado no decía. "Un quebrado es alguien que carece de objetividad y voluntad y que, ante lo que le quieran atribuir no da más y dice todo que sí, entonces me inculcan todo lo que él decía".  Estuvo tres días ahí y es llevado al Pozo de Banfield.

Allí lo pusieron en una celda con el "quebrado" y con un estudiante de arquitectura, a quien lo largan a los 15 días. "El otro, Rodolfo Nani, estuvo conmigo hasta el Consejo de Guerra", adelanta Barreda como anticipando un final inesperado. Relató que había una mujer uruguaya llamada María Artigas que estaba embarazada y fue asesinada: "me había pedido que busque la nena, ella sabía que se la iban a quitar, no es de mucho intelectualidad saber que a ella la iban a matar... esta compañera tuvo ahí la nena, yo escuché el llanto cuando la nena nació pero María no apareció".

A los tres meses fue a parar a la Comisaría Octava de La Plata, "era para algunos la situación previa al blanqueo", pero..."un oficial me dijo que había un cuello de botella en mi casa", o sea que no lo podrían liberar. "En esta comisaría había un destacamento policial normal adelante y un centro clandestino atrás". Estuvo un mes en esa situación, hasta que un coronel se sentó con él, le apoyó una pistola en el escritorio (para ver si la agarraba) y le dijo que iba a ir a un consejo de Guerra.  Ahí lo llevan a villa devoto..."en el consejo de guerra me interrogaron un poco más, yo seguí negando, y se declararon incompetentes"; siguió en Devoto un tiempo y después lo mandaron a blanquear a la unidad 9. "Allí me engordaron y me bañaron, como se solía hacer".

Retomó y dijo: "Creo que a los efectos de lo que tenía que declarar hoy, entiendo que tiene que ver con los compañeros con quienes estuve durante un mes en comisaria 8°; aclaro que hicimos un reconocimiento con usted (mirando a Rozansky) y con Julio López, que además de ser albañiles éramos dos blanqueados en la octava".

"Era una condena para mi estar con una persona que ni se animaba a pedir agua ese era su deterioro físico y psicológico", relató por Nani.

Contó que una noche metieron en su celda a tres personas más que venían de 18 meses de secuestro; se quedaron conversando durante 4 horas. Resultaban ser Baratti, Bonin (quien trabajaba en el Astillero Río Santiago, al igual que quien daba el testimonio) y Fracaroli. Ellos creían que estaban ahí porque los iban a matar. Allí fue que Bonin le dijo: "si volvés al Astillero y si encuentran mis huesos, mi voluntad es que mis huesos estén en la entrada del Taller de Escultura del Astillero de Rio Santiago porque ese es mi mundo". La mañana siguiente los sacan y nunca más los volvería a ver. "Fueron fusilados, otro término no hay".

Fue blanqueado luego en la Unidad 9 y posteriormente recuperó la libertad; allí se negó a irse del país, a pesar de que dos legisladores norteamericanos ya lo tenían todo organizado, "las madres no me creían".

Estela de la Cuadra: relato de una mujer que le secuestraron hasta la casa

"Estela, buenas tardes, queremos que nos comentes si tenés algún familiar que estuvo desaparecido durante la última dictadura militar"... y comenzó la lista:

Su Hermano, Roberto José De la Cuadra, hermana Helena de La Cuadra (embarazada), cuñado Hector Baratti (el único que aparecieron sus restos), también su marido; y su hijo estuvo algunos meses desaparecido. "También se quedaron con mi casa, hasta la actualidad", remató sarcásticamente, como riéndose de su propia tragedia.

Durante esta audiencia del martes 17 de Abril, a razón de que ya eran las 20 hs, sólo relató las desapariciones de su hermano y su hermana, pero con un orden, una precisión y un conocimiento del marco político y contextual intachable.

Durante la noche del 2 de Septiembre del 76, cuando el clima era extremamente complicado para las organizaciones políticas, Roberto José De la Cuadra estaba "teniendo una reunión sindical" en la casa de sus padres (aunque tenía su familia y su casa propia), junto a sus compañeros: Raúl Bonaffini (trabajador de YPF) y Daniel Sampedro. Roberto les contó que el día anterior había estado repartiendo volantes clandestinamente en el baño de la Destilería, contra la expedición horaria: "Ellos habían conseguido trabajo de 6 horas y la dictadura lo había vuelto a 8hs"; sin embargo un delegado del sindicato SUPE, lo vio.  

"¿Qué domicilio tenés en el trabajo?", preguntó Bonafini. La casa de sus padres, fue la respuesta y la exigencia, ahímismo, de sus compañeros: "Rajemos de acá".

Cuando la patota llegó a buscarlo a la casa de sus padres en 65 y 12, los militantes ya no estaban. Se la comienzan a llevar a la madre Alicia, hasta que luego de bajar el ascensor se cruzaron con Roberto que volvía a dejarles el auto: "¿Lo conoces?", le preguntaron a la señora. "Nunca lo vi en mi vida", respondió "Licha" de la Cuadra, futura fundadora de las Madres. Finalmente uno de los policías lo reconoció, se lo llevaron, y a la señora la dejaron volver a su casa.

La esposa de Roberto, Gladys, al enterarse del secuestro fue a buscar su expediente a YPF para realizar un  Habeas Corpus, pero la detuvieron durante un tiempo: "ella no está en condiciones de declarar", resumió Estela.

Luego realizó un extenso relato sobre la búsqueda de sus padres por Roberto José: análisis de los archivos de la DIPBA, restos encontrados por la zona de Berisso. También hizo una amplia y justificada denuncia de que los delegados de la fábrica, del sindicato SUPE, la "burocracia sindical",  participó dándole la mano a la patronal", en el secuestro de Roberto José, sus compañeros y otros trabajadores "de militancia sindical anti burocrática".

Roberto José fue visto en Comisaria Quinta: "La primer noticia que tenemos es que Elenita manda un mensaje con una compañera que había compartido cautiverio y dice estoy bien, el embarazo sigue, están Roberto José y mi marido (Héctor Baratti)".

Allí Estela, muy ordenada en su amplia declaración, decide pasar a la desaparición de "Elenita", su hermana.

Por la noche del 23 de Febrero de 1977, estaban reunidos en el consultorio odontológico de Norma Estela Campaño de Serra varias personas, entre ellas Elena de la Cuadra, su esposo Héctor Baratti, Pedro Simón Campaño, Eduardo Roberto Bonin, y Fracaroli.

Elena era maestra jardinera y estaba embarazada.

Allí hubo un gran operativo, suben a los techos, ocupan dos o tres casas de al lado, e intiman a que se entreguen: "primero sale mi hermana, después su compañero...". Allí se dedican a "saquear la casa" y, según Adriana Calvo, esa noche llegan a la Comisaría Quinta. Una parte de la patota se los lleva, una cuadrilla se quedó campaneando el barrio ("hicieron una ratonera"), y otro grupo se dispuso a saquear la casa.

Habeas Corpus, en Provincia y en Nación, reuniones con autoridades eclesiásticas, realizaron "fichas" de archivo. Mientras tanto recibían algunos mensajes, ya que estaban detenidos juntos: Roberto José, su hermana Elena, y Baratti. "Llegaban mensajes enviados por Baratti, que decían que Elena había tenido una nena que le habían puesto Ana, nacida el 23 de junio de 77". Hay un testimonio que dijo que el parto fue en la Comisaría Quinta.  También está el testimonio de Fernández, que su hermana Lidia la asistió en el parto; "un  relato muy duro, en Comisaria 5 su relato fue muy duro porque la traían destrozada, humillada, porque la llevaban para violarla".

Hasta allí pudo continuar Estela de la Cuadra. Una mujer signada por la desaparición, la tortura, y la ausencia de sus familiares. Su sobrina Ana sigue apropiada. Su madre "Licha" fundadora de las Madres de Plaza de Mayo junto con "Chicha" Mariani, falleció hace algunos años.  Su hermano, su hermana y su esposo están desparecidos, fueron encontrados los restos de su cuñado, y si casa sigue en manos de represores.

El testimonio de Estela continuará el 7 de Mayo, cuando se retome el juicio.






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